lunes, 9 de octubre de 2017

Más de un propósito y eso alucina.

Una mujer descubre el frío bajo las sábanas. 
Receptora de bajas temperaturas al final del día, todos los días.
Un premio estúpido, a su medida.
Estúpido, como toda repetición.

Acostada, repasa su caminata y le asquea el rendimiento de sus pies. 
Onírica, atlética, huesuda, llega siempre lejos, 
la cena y el almuerzo en la garganta o en el talón.
A la cuenta de no sé cuántas ovejas
Va a comenzar a lamerse las ampollas 
con la lengua de los sueños.

Sueña que arroja piedras que no dan contra nada,
piedras contra la pared de un milagro 
que nunca se da.
En el sueño, se la llevan detenida mientras pide perdón 
con la mirada fija en brazos peludos y relojes plateados.

Chocar el mentón contra el espejo es trámite de sangre y maullido.
A veces, comportarse felino y solitario es un atajo.
Volver a lavar la ropa de cama es decisión de mujer manchada. 
Mujer manchada puede seguir manchándose y no pasa absolutamente nada.
No es época para dormir en exceso ni para excitantes tranvías de valeriana. 
Basta un poco de astucia para no pegarse a la moda del cansancio colectivo que algunos le llaman el ojerazo universal.
Basta sentirse diosa y  en cuestión de minutos una basura 
para encontrar el equilibrio perfecto.

La luna imaginada, 
la que cuelga en todo momento 
sin contornos
dentro de la habitación 
tiene más de un propósito 
¡más de uno!
y eso alucina.

Una habitación llena de vasos de agua abandonados.
Agua en los vasos a diferentes alturas.
Hasta la mitad, hasta más de la mitad.
Agua no tomada 
es mujer y es amiga mía.

Aquí turismo del desorden, 
aquí ropa tirada,
aquí por miedo al fuego no encendemos velas,
aquí entendemos el hartazgo
de descubrir siempre el mismo frío bajo siempre las mismas sábanas.

Un premio,
Tal vez bonito
Pero estúpido, como toda repetición.

De cerrar sus ojos la mujer obtiene algo.
Algo aplasta la mujer cuando cierra sus ojos 
y finalmente descansa.
Desigualdades, cocodrilos,
monumentos, 
dolores de mandíbula,
chichones de la infancia.

Todo eso aplasta.

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