jueves, 21 de julio de 2011

el ritmo de las cucarachas por las avenidas

I

una cuna abollada
chocada,
esperando su turno
en un taller mecánico
plagado de posters de prostitutas
que miran al cielo
mientras chupan
su dedo índice
de manera sensual pero también
como si lo tuvieran lastimado.

un bebé fue salvado
de los hierros retorcidos
de una cuna chocada.

la madre es negligencia,
negligencia y servilleta.

la madre ahora limpia
restos de yogur del mentón de su bebé sobreviviente
porque la madre aparte de ser madre
siempre es la servilleta móvil,
que se detiene en el lugar del hecho maternal
dispuesta a limpiar la babita, la caquita,
los olores, los vómitos,
o la bocha de helado de chocolate,
que pocos saben comer sin mancharse.

mucama a voluntad de su propia creación,
negligencia y servilleta,
madre.

II

en el taller mecánico
la madre pregunta si hay señal,
hay grasa de auto y hay señal, señora, le dice el mecánico,
la madre entonces llama desconsolada al papá del nene.
estoy en el taller, esperando que arreglen la cuna,
ahora el señor termina con una camioneta
y empieza con la cuna,
no creo que salga muy caro el arreglo,
ya sé, ya sé, no me digas nada,
tu hijo, nuestro hijo, está vivo de milagro,
las cunas chocadas nunca tienen el saldo de un vivo,
pero es un milgaro, agradecé,
aún así, no tengo perdón, ya lo sé,
aunque arreglen la cuna
la recorrida con el gordito
-de ahora en más-
se hace a pie, te lo prometo.

antes de cortarle el teléfono,
la madre le dice al papá del nene
voy a estudiar el ritmo de las cucarachas por las avenidas,
que se saben estalladas por las ruedas en cualquier momento pero sin embargo,
van tranquilas porque poca atención les llama el futuro,

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