Cuando no hay nadie y están de viaje, preferiría que esta casa midiera lo que mide mi habitación. Me faltaría el baño y la cocina adentro de mi habitación. Y estoy lista para no salir hasta que vuelvan. Me parece que ya se fue al carajo el miedo. Hace horas que muestra su férrero compromiso para quedarse conmigo. Esta casa es muy grande para mi sola.
El miedo debería ir a soplar su viento a otras casas, pienso.
Si las hojas de los árboles no se movieran como lo están haciendo, me sentiría mucho mejor y podría bajar a hacerme la cena.
Todos los días se aprende algo nuevo.
Todos los días de miedo se aprende algo sobre el miedo.
Como por ejemplo:
"El volumen de la televisión al máximo no colabora con que me cague menos en las patas porque no tapa ruidos".
Es increíble cómo le doy autoridad y autoría a un ruido que no significa nada, ¿o no?
¿O no que el ruido que escucho ahora no es de un murciélago ni de un ladrón ni de un hamster gigante?
¿O no?
Apago la tele sin pensarlo
¿no buscaba ver esta película hace años?
hago mi maleta para irme, pero ¿con qué la lleno?.
nadie me echó pero ¿por qué me voy?
tengo la casa para mí sola
¿no quería eso, tenerla para mí sola?
esta casa es segura ¿por qué tengo miedo?
Supongo que si me voy es porque tengo miedo
y si lleno mi maleta,
será con una linterna con pilas
que justo en el momento de alumbrar,
no me va a andar.
no me va andar pero ahora que me acuerdo
una vez me fui de campamento con mi colegio
y la linterna que llevé tenía pilas nuevas
y andaba de diez,
yo jugaba a encandilar a todos
muy hinchapelotas lo mío
hasta me animaba a encandilar a la luna de noche
y algunos me decían que lo lograba
que mi linterna lograba ser más que la luna
ahí pensé:
<<mi linterna tiene más pilas que el campamento mismo>>
porque nadie quería hacer el fogón,
nadie quería armar la carpa
ni juntar ramitas con hormigas,
ni contar cuentos de terror
ni cantar cuentos de guitarra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario