yo no me abrocho

lo único que no me gusta de viajar en avión
es viajar en avión.
de todos modos
deseché la idea de la sedación
creo que lo mejor es sufrir como se debe.


entonces despegamos.
hay una sensación parque de la costa en el estómago que parece que es normal.


hasta que en un momento nos estabilizamos
en altura, parece.


nos estabilizamos en altura pero nos desestabilizamos en otro sentido:
PASAMOS POR ZONAS DE TURBULENCIAS.


yo no me como el cuentito de abrochate el cinturón así estás más protegido, así tu vida no corre peligro.


escucho que mi hermana pregunta qué pasa si el avión se vuelve descapotable.


ella insiste con la respuesta
yo solo quiero que mis manos empiecen a sudar como nunca.
quiero tener goteando a mis manos, levantarme de mi asiento
entrar a la cabina principal 
y secármelas con la corbata del piloto.
luego trabarme en lucha con las azafatas y derribarlas a todas
y seguirme secando mis manos sudorosas con la corbata del piloto
y preguntarle con qué botón logro que las rueditas del avión se metan para adentro
y con qué otro botón logro que salgan para afuera.


no sé si es una decisión inteligente pero para no sentir las turbulencias me muevo yo a la vez.
los demás pasajeros ya obedecieron, obeceder a un altoparlante de seguro que no es una decisión inteligente, pero ¡allá ellos! ellos ya se abrocharon a la orden y así suponen que el cinto negro con broche de metal sobre su pancita ruidosa hace las veces de rosario ante cualquier emergencia aérea. 


el miedo en el cielo no se combate con un cinturón de seguridad.
el miedo en la tierra no se combate con un rosario al cuello las 24 hs.


las farmacias, la religión y el gobierno compiten
nos ofrecen diferentes fórmulas para combatir nuestro miedo a todo.
a la farmacia: yo no me sedo.
a la iglesia: yo no te creo.
al gobierno: yo no te escucho.


aún así, muchas veces tengo miedo
y no me preocupo en combatirlo.


ni papá noel ni el ratón perez ni los reyes magos ni las zonas de turbulencias existen.
yo soy la turbulencia más intensa, más duradera que alguna vez hayas conocido.
nunca conociste a alguien tan turbulento como yo, pues bien, nice to meet you.


yo no me abrocho el cinturón si me lo pide otro.
yo no me abrocho un carajo si el pedido llega desde unos altoparlantes.


yo si quiero algo tuyo 
te agarro la cara 
y te lo pido a los ojos.


bueno, 
eso de yo te agarro la cara 
y te lo pido a los ojos
no es tan así siempre
a decir verdad,
a veces soy un cuerpo
otras, una voz en off.