bodypainting de la tristeza

esa lechuga entre los dientes 


que finalmente decidís dejar porque te queda bien,


ese bodypainting de la tristeza, 


esos colores que no pueden ser más que del fin,


el delfín es la ballena del principio,


el hundimiento se confunde con el nado,


llegar a destino se confunde con perderse.




soy el saxo sin pulmones con un desenlace nada musical,


soy el que desnuda su deseo de ducharse vestido leyendo 


el diario para limpiar la sucia noticia 


y mojar los avisos clasificados del pasado.




soy el que carga la batería del aplauso.




tengo un kiosko entero en la garganta,


lanzo al vacío caramelos para el cadáver


que me haga el mejor chiste sobre la vida.




el director de la película dice


"ofrezco dolores en la entrada, remedios cuando te vas."


pero  yo, acomodador, me llevo el cine en la mochila,


me olvido que pesa 


y también olvido que la bomba numerada 


sigue esperando en tu butaca .-