viernes, 22 de marzo de 2013
¿de qué querés hablar en este micro de dos pisos?
tengo licencia para
co-conducir,
acompañar,
secundar,
dar charla,
desempañar el vidrio bostezado,
cacarear en voz baja,
convidar mate,
cambiarle la yerba mental
al rey de un volante,
así que decime
de qué querés hablar en este micro de dos pisos
y yo te hablo,
que acá la regla es
si te falta sopa y sueño
no manejes
y si ya estás arriba del micro
porque no te pusieron un reemplazo,
rezale a un duende rutero
que la otra regla es
si nadie duerme
lo necesario
estamos fritos.
pero calma
cuando lleguemos a destino
te lo prometo
cambiamos tu traje
de chofer cansado
por una ducha caliente
en una bañadera bien fea
con una cortina llena de hongos
en un baño oxidado
de un pueblo desconocido.
yo me voy a poner a hablarte
para que no caigas rendido
en medio de la noche,
yo me voy a poner
a lo mosquito, a lo abeja,
a lo zumbido,
que a lo mejor llegamos sanos y salvos
que a lo mejor no descarrilamos.
en este viaje de horas
de dientes sin lavar
habrá que saber
quién saca la mano
por la ventanilla a la madrugada
quién mete la mano
por la bragueta a la madrugada
quién se mimetiza con el motor,
quién vuelca café en alguna curva
peligrosa,
pero por sobre todas las cosas
habrá que saber qué pasajero nos prometió
enseñarnos dificilísimos juegos de cartas
y ahora ronca un testimonio
de semi-cama y de traidor.
¿y? no me dijiste de qué querés hablar,
acordáte de mi licencia,
licencia de acompañante,
no cabeceés y tiràme un tema
ya, algo, un tema cualquiera,
¿hablamos de actualidad?
¿de deportes?
¿de espectáculos?
que la otra regla es
que yo co-conduzca este micro de dos pisos
desde la palabra
para no morir
choc
ados.
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