jueves, 31 de octubre de 2013

Ni con rubor de furia

Ensayo un pedido de descuento

un pedido de disculpas

diferentes tipos de pedido

frente al espejo

sabiendo que

yo no sé

pedir las cosas

bien.


Ese lobito de mar

cambia su color

para decirme que

hoy va a estar pesado,

que mis monedas de chocolate

se van a derretir,

preguntáme por mi fortuna

que te respondo yo no tengo plata

pero a casa vuelvo en taxi

es que al taxi no hay con qué darle

pero yo le doy todo al que me pueda llevar,

preguntáme por qué me pongo la ropa al revés

yo te respondo para que se preocupen por mí

para que me pregunten

qué me pasa,

o en dónde tengo la cabeza.

A todos los preocupados les planteo lo mismo:

"yo no tengo plata,

relax no me pasa nada,

y mi cabeza la tengo ahí."

Deudas, deudas

hasta con mis estados de ánimo,

tengo

que

colgar ropa

toda la tarde

mía o no mía,

seca o no seca.


Soy mucama en mi casita

y en veinte mansiones más,

tanto trabajo

le agrega fama a mis huesos

me vuelve pobre

y me deja inservible para

los viernes y sábados a la noche,

quedo cansada para conquistar.


Hay cuellos que arriba no tienen su cabeza

y cabezas que buscan todos los días

un cuello distinto porque se aburren

de sentarse y sentirse en el mismo lugar

como algunas putas que día por medio

se mudan de barrio para, también ellas,

no sentarse ni sentirse en el mismo lugar.


Cuánto macho cobarde

tomando cerveza,

comiendo maní,

tarareando con tonos hembra I will survive

para festejar un gol,

aquí no hay birome

que sobreviva

por todos matrimonios

tachados como un calendario,

Cuántas como vos

que llegan

muertas,

frustradas,

manchadas,

de la primera clase de automaquillaje,

abren la puerta de casa, dicen ¿y?

se quedan calladas esperando y nada,

nadie se da vuelta, nadie las alza,

ningún beso les arruina lo logrado en la primera clase

"poca bienvenida y mucho maní,

los simpson maridos son así"

dicen algunas chicas amateurs del Stand Up

vestidas con cortitas camperas de cuero

Cuántas como vos,

hasta que ellos hablan,

dicen que tienen que cambiar,

ugente el sillón

porque no da para más

y no se les ocurre decirte

que te extrañaron

todo este tiempo.


Las cosas que no se dicen

ni con triste delineado

ni con tinta de ojos

ni con cremosos labiales

ni con rubor de furia

¿con qué se dicen?

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