viernes, 8 de septiembre de 2017

En serio

I

Yo me despido de los que alguna vez me dieron un fuerte apretón un día en que yo necesitaba que me aprieten y ahora, ahora se comportan horriblemente para que yo me aleje por completo.

Hay unas técnicas de alejamiento muy buenas, me parece, muy efectivas, dando vueltas en el mercado, que creo, fueron aplicadas en mí. 

Yo me despido y te pido que aprendas de mi, de cómo me alejo, de cómo hago del adiós una ceremonia bella, triunfal y devastadora. 

De cómo hago el adiós.

Yo te dije: no nos robemos más tiempo. 

En serio.

II

Deceso de lo que hay, deceso de lo que no se cuida. 

Yo quisiera conocer tu opinión en pleno amor, en pleno beso. 

Porque vos tenes opiniones, fuertes apretones y besos para todas las cosas de este mundo.

Pero vos no queres nada de eso. 

Yo te dije: no nos robemos más tiempo.

Es cruel y es en serio. 

III

Yo señalo mapas siempre en su parte más hermosa, la celeste: donde hay agua y profunda.

Yo señalo la paz de otros porque sé que en algún momento algo así me va a llegar.

Yo señalo en el mapa hombres que protegen y los elijo sin que ellos lo sepan.

Para los hombres protectores, mi sonrisa del comienzo, lo intuyen, es un surco problemático.

Yo señalo dónde quiero perderme, de quién alejarme y en qué momento del día no sonreír más.

Tajante aprendí a ser de grande.

Porque de chica...

Yo ya tuve miedo en campamentos.  

Yo ya prendí linternas sin pilas.

Yo no pude alumbrar y se rieron de mí.

Yo ya tuve problemas para cerrar la carpa hasta abajo. 

Yo temblaba aún cerquita del fogón cuando todo era calor en ronda.

Yo podría haber pedido prestado un bucito con capucha esa noche helada; pero no. 

Yo fingí no saberme letras de canciones que todos mis amigos cantaban desaforados alrededor del fuego. 

Yo alrededor del fuego era otra. 

Naranja, menuda, violenta, potra. 

Yo ya dormí con frío, frotándome los pies porque nadie me los podía frotar. 

Yo ya tuve.

Yo hoy uso el chat más completo y  moderno para lastimarte 

Y vos también. 

En serio.

IV

Yo te dije: no nos robemos más tiempo. 

Porque yo a mi tiempo lo conozco y hace poco tiempo lo empecé a apreciar. 

Yo me despido mejor que otros que no se conocen en la despedida. 

Yo me despido y cuando lo hago, ahí me conozco. 

Yo me despido hablándote, pidiéndote la oreja para decirte lo último. 

Siempre hay más para decir.

Que todo lo que quiero es un buen compañero.

Atento, embelesado no solo conmigo sino con la idea de compartir un pancito con manteca por la mañana, dispuesto al plan de atravesar y subir los diversos montes y formatos de quererme. 

Si todo esto te resulta imposible, si quererme es un esfuerzo, si valorarme es un acto del que no sos capaz, si yo misma significo una complejidad insondable, va mi  propuesta:

Dame un abrazo.

Armemos un recuerdo impecable de este final.

Construyamos los buenos términos.

Despidámonos.

Pavada de deporte. 

V

Date cuenta que si tantas veces te abracé fue por algo. 

Date cuenta que abrazando soy un koala.

Tajante y koala;

Como no te das cuenta, 

Busco tu número y te llamo. 

Siempre hay más para decir.

La oreja al teléfono está y eso es un logro. 

Sin embargo, sé que estoy al teléfono con los ruidos de tu bar. 

Comienzo:

Por qué sos tan banal?

Que hay de cierto en que soy una carnecita pasajera?

Estas ahí? 

No.



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